La humanidad se encuentra inmersa en “la era del plástico” donde anualmente llegan al mar entre 9 y 12 toneladas de residuos plásticos a través de ríos, desagües, zonas costeras o son arrojados directamente al mar. Esto se debe a que la producción mundial de plásticos se ha disparado en los últimos 50 años. Además, se estima que solo se recicla el 20% de todo lo producido.
Las Islas Canarias están fuertemente afectadas por la contaminación marina de microplásticos, ya que la corriente del Golfo y la corriente de Canarias, arrastran hacia el sur toda la basura marina que se vierte en el norte de Europa y Estados Unidos.
Todos estos plásticos que encontramos en el mar son una de las principales amenazas para los animales que habitan en él. Según los expertos, los elementos más letales para los animales son: los desechos de la pesca, las bolsas de plástico, los globos y los utensilios de plástico de un solo uso. Si los animales ingieren estos desechos, ya sea porque los confunden con comida o los ingieren involuntariamente, pueden bloquear su sistema digestivo o intoxicarse con algunos de sus compuestos llegando a afectar a sus neuronas. Otro riesgo es que queden enredados con bolsas o cabos cuando juegan con ellos.
Según las investigaciones, todos los delfines estudiados de la zona contienen contaminación en sus tejidos y en su estómago, y hasta un 30% de los ejemplares tienen niveles por encima del umbral de seguridad.
Durante nuestras salidas encontramos grandes cantidades de basura, algunas veces podemos observar a los delfines jugando con bolsas de plástico o con algunas de ellas enredadas en sus aletas; tortugas confundiendo las bolsas con medusas (su principal alimento) o cabos y redes enganchados en alguna parte de su cuerpo.
La contaminación por plásticos es una alerta roja de lo que está sucediendo en nuestro planeta, del consumo incontrolado de estos elementos. Tenemos que ser conscientes que esto afecta a todo lo que nos rodea y está en nuestras manos cambiarlo.
Desde nuestra embarcación aportamos nuestro granito de arena tratando de recoger toda la basura que encontramos llevándola a bordo hasta el puerto. Tratamos de que los más pequeños de a bordo nos ayuden a recolectar los desechos, intentando concienciar sobre el problema que suponen estos plásticos. El mar no es un vertedero sin límite, constituye el 71% de la superficie de la Tierra y es fundamental para nuestra supervivencia y la de todos los seres vivos que habitan en él que estos datos empiecen a cambiar. El cambio empieza en cada uno de nosotros.