¿Sabías que los cetáceos tienen sistemas de comunicación muy desarrollados? 

Esta comunicación se divide en comunicación acústica no vocal, como saltos, golpes con las aletas, hacer ruido con la mandíbula, producción de burbujas, etc., y comunicación vocal acústica como silbidos, sonidos pulsados y canciones y comunicación visual como patrones de coloración, rasgos morfológicos y gestos.

En la comunicación no vocal destacan los golpes con la cola contra la superficie del agua, lo que significa presencia de amenaza o que no están contentos. Algunas veces durante nuestros tours de avistamiento de cetáceos vemos como los más jóvenes hacen estos movimientos para expresar que ¨son muy grandes ¨ y que hay que tener cuidado con ellos, ¡son muy valientes estos bebés!

También tenemos el breaching, es decir, los súper saltos que realizan en el aire. El sonido que originan al caer puede viajar kilómetros, así que sirve para mantener el contacto o informar sobre estimulación sexual, presencia de alimentos o para limpiar su piel muerta y evitar los parásitos. 

Dentro de la comunicación vocal tenemos un gran repertorio de sonidos que producen los delfines y ballenas durante su día a día. Aquí diferenciamos entre:

  • Ballenas barbadas (misticetos): estos animales realizan sonidos de baja frecuencia que pueden viajar cientos de kilómetros para comunicarse; sonidos de frecuencia alta relacionados con contextos sociales y silbidos y canciones como en las ballenas jorobadas. En general, tiene la función de mantener el contacto en grandes distancias para sincronizar actividades biológicas como alimentación o reproducción, ya que estos animales no suelen viajar en grupos grandes.
  • Ballenas y delfines dentados (odontocetos): solo los delfines dentados producen sonidos pulsados, también llamados ecolocalización, es decir, saben la distancia a la que está el objeto que están ecolocalizando, el tamaño que tiene, la velocidad que lleva y la densidad de sus tejidos. También producen silbidos de frecuencia baja que pueden viajar distancias más largas que los sonidos pulsados, de esta manera los calderones que cazan a grandes profundidades pueden comunicarse con los individuos que permanecen en superficie y así, mantenerse unidos. Incluso en algunas especies, como los delfines mulares tienen su propio silbido, uno tan distintivo que sirve para identificar a cada animal, como si fuera su nombre. Este proceso empieza desde que empieza el proceso de gestación, es una unión madre-cría muy intensa.

Finalmente, la comunicación visual que trata de comportamientos o gestos como mantener la mandíbula abierta en caso de amenaza, saltos aéreos, movimiento de aletas pectorales o posturas en forma de “S”. Todo esto también puede informar de presencia de depredadores o presas o para sincronizar al grupo familiar. 

Además, tenemos el dimorfismo sexual como es el caso de los narvales machos, que presentan largos colmillos en espiral, marcando su sexo o la coloración del delfín común indicando la especie.

En nuestra embarcación de Whale Watching en Tenerife ofrecemos ecotours guiados por biólogos marinos que podrán mostrarte estos sonidos durante el recorrido ya que tenemos hidrófono a bordo. Aunque queda mucho por estudiar sobre la comunicación en cetáceos, es increíble pensar que pueden comunicarse “como nosotros”, aprender sonidos nuevos, atribuir sonidos a objetos o situaciones en concreto, orientarse y cazar en plena oscuridad o mantener el contacto con individuos que se encuentra a decenas de kilómetros. 

No esperes a descubrir esta y muchas otras experiencias maravillosas en Tenerife, una de las mejores zonas de avistamientos de cetáceos del mundo, acompañado por expertos que te contarán todo lo que saben sobre ellos. ¡Te esperamos a bordo!

 

Reservas:  https://whalewatchtenerife.org 

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